Todos los seres humanos somos almas que estamos de visitas en este mundo.
La posibilidad de encontrarnos con otra persona es siempre una experiencia divina, que nos nutre,
nos embellece el corazón.
Ellos son nuestros maestros nos vienen a "mostrar" aquello que aún no hemos aprendido, esa
parte de sombra que hay todavia y que no nos permite ver más alla, tener una visión de aguila
sobre nuestro camino.
Te invito a que te observes..., que te ocurre..., aprende..., haste más sabio.
Amplifica tu SER y deja atrás tu ego, chiquito chiquito y esa luz que hay en ti encendida
ocupará su lugar, brillará en todo su esplendor y esa luz es lo que irradiarás en cada encuentro
con el otro, tu hermano en el espíritu, tu maestro.
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