Tenemos la oportunidad de buscar los bienes del cielo. ¿Cómo?
- Teniendo pensamientos en las cosas celestiales, elevando día a día nuestra alma a Dios.
- Dejando los malos deseos, la avaricia, las pasiones desordenadas, pensando en la materia primero.
- Haciendo el bien a los otros. Mirarlos y escuchar que les pasa.
- Dejar las conversaciones groseras o sin sentido. A veces escucho conversaciones en donde las personas saben más de los artistas de la tele que de sus propios amigos o familiares.
- Respetándonos parece obvio pero hoy es una materia que falta en las comunidades sociales.
- Teniendo un corazón agradecido a todo lo que nos llega sin clasificar si es bueno o malo, conveniente o inconveniente para nuestro proceso de crecimiento.
- Revistiendonos de santidad, de amor a nosotros mismos.
- Perdonándome.
- Perdonando.
- Irradiando paz, serenidad.
- Corrigiendonos los unos a los otros con sinceridad y misericordia.
- Cantando.
- Bailando.
- Riéndonos de nosotros mismos.
- Generando conversaciones agradables.
- Obedeciendo a nuestro corazón, nuestra voz interior.
Por sobre todo, revistiendonos de AMOR, sintiendo ese fuego que hay dentro de cada uno de nosotros y que nos enciende todos los días de nuestra vida cotidiana.
No importa lo que estés haciendo, lo importantes es que lo hagas con AMOR, con CORAZÓN.
Persevera en tu oración-meditación ya que ella es PUENTE para llegar a Dios nuestra fuente de vida, de luz. Esa LUZ que da la VIDA, que es fuente de VIDA.
María se llenó de esta LUZ para traer al Maestro a esta tierra y ella es nuestra gran intercesora ante él.
Que la gracia de Dios te eleve el alma y puedas ver como el cóndor o el águila la belleza que hay en esta tierra.
Comentarios
Publicar un comentario